Nosotros creemos que es imperativo que los niños desde pequeños estén en movimiento continuo y en contacto con actividades físicas que demanden un alto nivel de destreza para

el desarrollo de sus facultades físicas al máximo de su capacidad.

 

Nuestro ambiente cuenta con un área de entrenamiento físico con metas específicas a lograr

y con propósitos inteligentes para el desarrollo. Es un área con actividades como escalar, lograr

el balance, pasar a través de obstáculos para llegar al otro lado, saltos, desplazamiento por

el piso, etc., y todos tienen un propósito inteligente; una razón de ser que da al niño la posibilidad de desarrollo. A esto nos referimos cuando hablamos de movimiento inteligente.

 

A pesar de que éstas técnicas desarrollan en los niños las habilidades físicas necesarias para su adecuado rendimiento y desarrollo psicomotor, ejercicios como escalar desarrollan en el niño

la resolución de problemas, ya que el tener distintos caminos para lograr un mismo resultado

hace que piense de forma versátil y no se quede fijo en un solo camino para llegar a donde desea. También desarrolla la toma de decisiones al evaluar por sí mismo el camino que quiere tomar, realizar la acción y responsabilizarse por sus consecuencias. Por último, desarrolla la determinación, persistencia, la creatividad y la independencia.